39 Grados
El tercer álbum de Lisandro Aristimuño, 39° , es también su opus más ambicioso, con el que se afirma definitivamente como uno de los cantantes-compositores a los que vale la pena seguirle los pasos. Se nota el cuidado puesto por el rionegrino tanto en los arreglos, plenos de finos detalles, como en la elaboración de las letras, construidas como miniaturas que describen desde situaciones íntimas hasta estados alucinatorios propios de la fiebre.